La ciática es el nombre que recibe la irritación del nervio ciático lo cual provoca la aparición de dolor en la parte baja de la espalda y que suele extenderse hasta la parte inferior de una de las piernas. Esta condición afecta a muchas personas pero es más frecuente en pacientes de mediana edad y en mujeres embarazadas. Requiere de un tratamiento médico específico ya que de lo contrario se podrían presentar severas dificultades para caminar, moverse y realizar las actividades cotidianas con normalidad. En este artículo te mostramos cómo prevenir la ciática a través de unos consejos sencillos que pueden ayudarte a evitar su aparición.
Antes de indicar las medidas oportunas para prevenir la ciática, es conveniente señalar que esta puede provocar desde dolores leves a muy severos. Entre sus síntomas comunes se encuentran los dolores punzantes y la sensación de ardor y hormigueo a lo largo del recorrido del nervio ciático, es decir, desde la zona lumbar, los glúteos, la parte posterior del muslo y la pierna hasta llegar al talón. Es fundamental, en cualquier caso, acudir al médico ante la presencia de estos síntomas para impedir que la condición empeore o se vuelva en algo constante.
Debido a que los ataques de ciática tienden a ser repetitivos, es conveniente poner en práctica algunas medidas sencillas en el día día que te ayudarán a prevenirla. Una de las más importantes es la de dormir y descansar en un colchón que sea firme pero flexible a la vez y sobre una almohada que evite sobrecargas en la columna vertebral y en el cuello.
Mantener una correcta postura corporal al realizar todas las actividades cotidianas es fundamental para disminuir la presión sobre la columna vertebral. Debes caminar con la espalda erguida, la cabeza al frente y el estómago hacia dentro corrigiendo siempre la posición cuando notes que te estás encorvando.
Asimismo, cuando estés sentada procura mantener la zona lumbar completamente apoyada en el respaldo de la silla y si tienes que levantar objetos pesados, hazlo flexionando las rodillas y subirlos haciendo fuerza con las piernas y nunca doblando la espalda.
Otro de los mejores hábitos para prevenir la ciática es ejercitar y fortalecer la musculatura de la espalda mediante la práctica regular de ejercicio físico. Deportes como la natación, el tenis o la gimnasia son ideales para lograr una adecuada tonificación y reducir el riesgo de lesiones en la zona lumbar. Aléjate sobre todo de un estilo de vida sedentario.
Las personas con sobrepeso son más propensas a sufrir de dolores en el nervio ciático debido a que la columna vertebral y la zona lumbar cuentan con una presión y sobrecarga mayor. No olvides la importancia de llevar una vida sana mediante una dieta equilibrada que te proporcione todos los nutrientes y vitaminas que necesita tu organismo de forma completamente saludable. Si es necesario, valora la opción de ponerte en manos de un especialista para alcanzar tu peso ideal.
Debido a que la ciática no es una enfermedad en sí misma sino un síntoma de otra condición, es muy importante acudir a un médico para descubrir cuál es el origen de esta molestia. Las causas más comunes de la ciática son:
Esta molestia es también muy propia del embarazo.
Una forma efectiva de aliviar la ciática es aplicando una terapia de frío/calor que puede realizarse fácilmente en casa. Se recomienda aplicar una compresa fría en la zona de dolor durante las primeras 48, dejando en el área afectada durante 20 minutos al menos 3 veces al día.
Transcurridas las 48 horas puedes pasar a las compresas de calor, que deberás aplicar en la zona también durante 20 minutos al menos 3 veces diarias. Tanto el frío como el calor te ayudarán a desinflamar el nervio ciático y disminuir las molestias.
Mientras tengas ciática es importante que:
Mantener una postura adecuada y realizar ejercicio físico de forma frecuente son excelentes medidas para prevenir la ciática. Actividades como la natación o la gimnasia pueden ayudarte a fortalecer la musculatura de la espalda, a mejorar la postura y a evitar la inflamación del nervio ciático.
Si además de todas estas indicaciones deseas conocer algunas soluciones naturales para combatir este problema, en nuestro artículo cómo tratar la ciática con remedios naturales te damos algunas opciones.
Antes de indicar las medidas oportunas para prevenir la ciática, es conveniente señalar que esta puede provocar desde dolores leves a muy severos. Entre sus síntomas comunes se encuentran los dolores punzantes y la sensación de ardor y hormigueo a lo largo del recorrido del nervio ciático, es decir, desde la zona lumbar, los glúteos, la parte posterior del muslo y la pierna hasta llegar al talón. Es fundamental, en cualquier caso, acudir al médico ante la presencia de estos síntomas para impedir que la condición empeore o se vuelva en algo constante.
Debido a que los ataques de ciática tienden a ser repetitivos, es conveniente poner en práctica algunas medidas sencillas en el día día que te ayudarán a prevenirla. Una de las más importantes es la de dormir y descansar en un colchón que sea firme pero flexible a la vez y sobre una almohada que evite sobrecargas en la columna vertebral y en el cuello.
Mantener una correcta postura corporal al realizar todas las actividades cotidianas es fundamental para disminuir la presión sobre la columna vertebral. Debes caminar con la espalda erguida, la cabeza al frente y el estómago hacia dentro corrigiendo siempre la posición cuando notes que te estás encorvando.
Asimismo, cuando estés sentada procura mantener la zona lumbar completamente apoyada en el respaldo de la silla y si tienes que levantar objetos pesados, hazlo flexionando las rodillas y subirlos haciendo fuerza con las piernas y nunca doblando la espalda.
Otro de los mejores hábitos para prevenir la ciática es ejercitar y fortalecer la musculatura de la espalda mediante la práctica regular de ejercicio físico. Deportes como la natación, el tenis o la gimnasia son ideales para lograr una adecuada tonificación y reducir el riesgo de lesiones en la zona lumbar. Aléjate sobre todo de un estilo de vida sedentario.
Las personas con sobrepeso son más propensas a sufrir de dolores en el nervio ciático debido a que la columna vertebral y la zona lumbar cuentan con una presión y sobrecarga mayor. No olvides la importancia de llevar una vida sana mediante una dieta equilibrada que te proporcione todos los nutrientes y vitaminas que necesita tu organismo de forma completamente saludable. Si es necesario, valora la opción de ponerte en manos de un especialista para alcanzar tu peso ideal.
Cómo aliviar la ciática
Debido a que la ciática no es una enfermedad en sí misma sino un síntoma de otra condición, es muy importante acudir a un médico para descubrir cuál es el origen de esta molestia. Las causas más comunes de la ciática son:
- Padecer de hernia discal
- Lesiones en la pelvis
- Estenosis raquídea, una condición caracterizada por el estrechamiento de la columna vertebral que se presenta normalmente con la vejez
- Síndrome piriforme
Esta molestia es también muy propia del embarazo.
Una forma efectiva de aliviar la ciática es aplicando una terapia de frío/calor que puede realizarse fácilmente en casa. Se recomienda aplicar una compresa fría en la zona de dolor durante las primeras 48, dejando en el área afectada durante 20 minutos al menos 3 veces al día.
Transcurridas las 48 horas puedes pasar a las compresas de calor, que deberás aplicar en la zona también durante 20 minutos al menos 3 veces diarias. Tanto el frío como el calor te ayudarán a desinflamar el nervio ciático y disminuir las molestias.
Mientras tengas ciática es importante que:
- No levantes objetos pesados o el dolor podría incrementar.
- No practiques actividad física intensa, aunque sí se recomiendan los paseos cortos que ayuden a liberar la tensión. Puedes realizar ejercicio nuevamente entre 2 y 3 semanas después de que el ataque de ciática haya pasado.
- Es importante no mantenerte acostado de reposo o el dolor podría incrementar. El reposo solo es indicado cuando el médico lo recomienda.
- Disminuye todas aquellas actividades físicas que te puedan ocasionar más molestias y recupéralas paulatinamente a medida que el dolor desaparezca.
Mantener una postura adecuada y realizar ejercicio físico de forma frecuente son excelentes medidas para prevenir la ciática. Actividades como la natación o la gimnasia pueden ayudarte a fortalecer la musculatura de la espalda, a mejorar la postura y a evitar la inflamación del nervio ciático.
Si además de todas estas indicaciones deseas conocer algunas soluciones naturales para combatir este problema, en nuestro artículo cómo tratar la ciática con remedios naturales te damos algunas opciones.
Cómo tratar la ciática con remedios naturales
- Uno de los remedios naturales contra la ciática más conocidos es la infusión de corteza de sauce. Para prepararla, debes hervir medio litro de agua con un trozo de corteza de este árbol y dejarlo cocer durante unos 15 minutos. Cuélalo para que no queden restos de corteza de sauce y bébelo cada 8 horas.
- Otra infusión que puedes tomar si sufres ataques de ciática es a base de tomillo, orégano y ortiga. Agrega una cucharada de tomillo, otra de orégano y una tercera de ortiga en un litro de agua. Deberás hervir todo durante unos 15 minutos y después colar el jugo. Tómalo dos veces al día y notarás mejoría.
- Se recomienda también el ajo crudo para combatir el dolor producido por la ciática, ya que este alimento mantiene la sangre caliente, incrementa la circulación y, de esta forma, puede aliviar el dolor.
- Puedes prepararte también un cataplasma de lúpulo para aplicar sobre la zona lumbar y tratar de reducir los dolores. Para ello, tendrás que hervir esta hierba durante unos 10 minutos y envolverla después en una gasa. Sin dejar que se enfríe, aplícalo sobre el área adolorida y cúbrelo con un paño para conservar el calor. Reserva el agua de la preparación para volver a humedecer la hierba cuando se enfríe.
- Otro remedio casero contra la ciática que puedes llevar a cabo son los masajes de la zona lumbar con una mezcla de jengibre molido y aceite de sésamo.
- Una de las mejores soluciones para combatir la ciática será alternar compresas frías y calientes, o duchas frías y calientes si así lo prefieres. Asimismo, también puedes aplicar calor sobre la zona lumbar con una esterilla o bolsa de agua caliente.
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Publicado por: Anunciadora de Sión
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