Los cálculos renales son la presencia de piedras en los riñones. Estos cálculos están formados por concentraciones de ácido úrico, ácido oxálico o xántico, bien solos o en combinación con sales alcalinas o terrosas, como pueden ser magnesio, sosa o amoníaco. Por lo tanto, el color de los cálculos depende de su composición; razón por la cual pueden ser muy distintos.
A veces existen cálculos y la persona no presenta ningún síntoma, pero la mayoría de las veces el cálculo, al aumentar de volumen, sale por el uréter con gran dificultad y arañándolo, lo que da lugar al cólico nefrítico, con disminución de la cantidad de orina que desciende a la vejiga. Los úteros se inflaman por el desgarro y hay dolor más o menos permanente, pudiendo algunas veces haber pus o sangre en la orina.
Generalmente el dolor se presenta súbitamente, irradiándose desde los riñones a la vejiga urinaria, y las zonas genitales, hasta los muslos. Durante el ataque, el enfermo presenta sudor frío, fiebre, vómitos, náuseas y vértigos con pérdida de conocimiento. El ataque puede durar minutos o varias horas.
Los cálculos renales toman su tiempo en formarse, dependiendo del tipo de cálculo puede tardar semanas o meses, durante este período suelen ser asintomáticos. Una vez que la piedra en el riñón comienza a bajar por el uréter hacia la vejiga es que el paciente empieza a experimentar los primeros síntomas y molestias.
Uno de los primeros síntomas de cálculos renales es el dolor que se presenta en un costado de la espalda o en la zona abdominal. Esta molestia puede sentirse también en la pelvis, la ingle o los testículos, dependiendo del punto en el que esté ubicado el cálculo renal, de su tamaño y de la dificultad que esté ocasionando.
Si tu orina cuenta con un color mucho más intenso de lo habitual sin importar el momento del día en el que te encuentres, es una posible señal de presencia de una piedra en el riñón.
Otro síntoma de los cálculos renales muy frecuentes es orinar con sangre, una señal que normalmente alarma de forma importante a los pacientes. Si tu orina presenta sangre es muy importante acudir a un médico para una revisión que ayude a determinar si cuentas con piedras en el riñón.
Otros síntomas de las piedras en el riñón son la fiebre, los vómitos y las nauseas, aunque estos no siempre se presentan.
El tratamiento para el cálculo en los riñones dependerá del tipo de cálculo, su tamaño y dónde se encuentra alojado. El mismo puede disolverse por si solo mediante la ingesta de abundante líquido, disolverse mediante medicación o requerir de intervención quirúrgica en casos de cálculos muy grandes, de obstrucciones de orina o de daños renales.
Cuando la persona sufra ataques por la presencia de cálculos, hay que aplicarle compresas en la zona renal. Las compresas tienen que estar a unos 20º C de temperatura y hay que renovarlas cuando se enfríen.
Después del ataque hay que seguir un régimen muy estricto a base de alimentos sanos. La dieta tiene que ser vegetariana en la que abunden las zanahorias crudas y los zumos de limones, porque ambos son buenos disolventes de los cálculos.
Hay que evitar todos los excitantes, especialmente la sal. Porque pueden irritar los riñones y el aparato génito-urinario en general.
Es muy importante hidratarse y beber mucha agua pura y un poco fresca. Ver CÓMO COMER SI TENGO CÁLCULOS RENALES.
Hay que tomar baños de asiento de 10 minutos de duración con el agua a una temperatura templada.
A veces existen cálculos y la persona no presenta ningún síntoma, pero la mayoría de las veces el cálculo, al aumentar de volumen, sale por el uréter con gran dificultad y arañándolo, lo que da lugar al cólico nefrítico, con disminución de la cantidad de orina que desciende a la vejiga. Los úteros se inflaman por el desgarro y hay dolor más o menos permanente, pudiendo algunas veces haber pus o sangre en la orina.
Generalmente el dolor se presenta súbitamente, irradiándose desde los riñones a la vejiga urinaria, y las zonas genitales, hasta los muslos. Durante el ataque, el enfermo presenta sudor frío, fiebre, vómitos, náuseas y vértigos con pérdida de conocimiento. El ataque puede durar minutos o varias horas.
Cómo saber si tengo cálculos renales
Los cálculos renales toman su tiempo en formarse, dependiendo del tipo de cálculo puede tardar semanas o meses, durante este período suelen ser asintomáticos. Una vez que la piedra en el riñón comienza a bajar por el uréter hacia la vejiga es que el paciente empieza a experimentar los primeros síntomas y molestias.
Uno de los primeros síntomas de cálculos renales es el dolor que se presenta en un costado de la espalda o en la zona abdominal. Esta molestia puede sentirse también en la pelvis, la ingle o los testículos, dependiendo del punto en el que esté ubicado el cálculo renal, de su tamaño y de la dificultad que esté ocasionando.
Si tu orina cuenta con un color mucho más intenso de lo habitual sin importar el momento del día en el que te encuentres, es una posible señal de presencia de una piedra en el riñón.
Otro síntoma de los cálculos renales muy frecuentes es orinar con sangre, una señal que normalmente alarma de forma importante a los pacientes. Si tu orina presenta sangre es muy importante acudir a un médico para una revisión que ayude a determinar si cuentas con piedras en el riñón.
Otros síntomas de las piedras en el riñón son la fiebre, los vómitos y las nauseas, aunque estos no siempre se presentan.
El tratamiento para el cálculo en los riñones dependerá del tipo de cálculo, su tamaño y dónde se encuentra alojado. El mismo puede disolverse por si solo mediante la ingesta de abundante líquido, disolverse mediante medicación o requerir de intervención quirúrgica en casos de cálculos muy grandes, de obstrucciones de orina o de daños renales.
Cómo tratar los cálculos renales
Cuando la persona sufra ataques por la presencia de cálculos, hay que aplicarle compresas en la zona renal. Las compresas tienen que estar a unos 20º C de temperatura y hay que renovarlas cuando se enfríen.
Después del ataque hay que seguir un régimen muy estricto a base de alimentos sanos. La dieta tiene que ser vegetariana en la que abunden las zanahorias crudas y los zumos de limones, porque ambos son buenos disolventes de los cálculos.
Hay que evitar todos los excitantes, especialmente la sal. Porque pueden irritar los riñones y el aparato génito-urinario en general.
Es muy importante hidratarse y beber mucha agua pura y un poco fresca. Ver CÓMO COMER SI TENGO CÁLCULOS RENALES.
Hay que tomar baños de asiento de 10 minutos de duración con el agua a una temperatura templada.
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Publicado por: Anunciadora de Sión
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