Nueve de cada diez juguetes viejos terminarán en los vertederos, en muchos casos con baterías que contienen metales pesados y otras sustancias contaminantes.
Cuatro carritos pequeños, de vivos colores, guardados en una bolsa transparente, conforman un juguete que no tiene registro sanitario ni otra autorización. Su valor asciende a S/. 8.00 y su nombre está en la lista de juguetes peligrosos elaborada por la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa). A pesar de ello, se venden en mercadillos de la calle San Juan de Dios, en el Cercado de Arequipa. Eso lo probó La República, en un recorrido por los mercadillos de la mencionada vía.
Estos objetos en la lista negra son fabricados con metales pesados. Contienen plomo, mercurio, arsénico, cadmio, etc. Estos elementos por encima de los valores normales provocan una intoxicación crónica, que se manifiesta a largo plazo, explica Gina Fuentes, especialista de la Digesa.
La contaminación por metales pesados en menores de edad es letal. Los primeros estragos son dolores de cabeza, vómitos, entre otros. A futuro afecta al sistema nervioso, disminuye la capacidad intelectual y quienes sufren este tipo de contaminación son propensos al cáncer. No hay tratamiento que ayude a la eliminación de estos elementos.
¿Cómo reconocer el peligro de un juguete? La especialista de la Digesa recomienda verificar el registro sanitario; este código garantiza que el objeto fue revisado por las autoridades de salud y está apto. También el número de registro nacional con el código de JUE, además de los datos de la empresa importadora impresos en una etiqueta autoadhesiva, ubicada en un lugar visible.
Otro dato clave es darse cuenta, sobre todo en juguetes brillantes o de colores encendidos, que éstos no se despinten o descascaren. Son altamente tóxicos cuando al mínimo roce se desprende la pintura. En los confeccionados de madera hay que percatarse si tienen un olor fuerte a pintura. Estos podrían contener, además del arsénico, una sustancia llamada tolueno, disolvente de pintura e igualmente tóxico.
Un muñeco de Toy Story "Buzz LigthtYear", en otro mercadillo de San Juan de Dios, no contaba con registro alguno y tenía un fuerte olor a pintura.
Todos los juguetes, sobre todo los importados, tienen una composición de antimonio, arsénico, plomo, cromo, cadmio y otros como mercurio y selenio. Pero todos tienen la obligación de pasar un control en los que se verifica si el valor excede los parámetros normales.
Los juguetes que ingresan al Perú son sometidos a ensayo toxicológico. Si superan esos parámetros se prohíbe su ingreso al país. En este año se detectó que muchos de los juguetes de madera, sobre todo los rompecabezas, tienen arsénico, además de cromo y bario, estos a la larga pueden generar un cáncer.
Los juguetes brillantes, sobre todo de colores rojo, verde, azul y blanco, tienen plomo en su composición.
Casi el 10% de los productos para niños vendidos en los mercados chinos contienen exceso de plomo, un metal pesado nocivo, lo que representa una amenaza para su salud.
En 2010 fueron comprados al azar 500 productos para niños en centros comerciales, supermercados y mercados mayoristas de cinco ciudades: Beijing, Shanghai, Guangzhou, Wuhan y Hong Kong. Se descubrió que el 10% no cumplía con la norma nacional de contenido de plomo, y más del 30% contenía cinco otros metales pesados peligrosos.
Las sustancias examinadas (plomo, antimonio, arsénico, cadmio, cromo y mercurio) pueden dañar seriamente el sistema nervioso, y puede ingresar en el organismo a través de la piel o membranas mucosas, alimentos contaminados o al respirar.
El organismo de control de calidad de China realizó exámenes de juguetes al azar en mayo y encontró plomo y cromo. Dos de las 242 muestras no cumplían con los límites nacionales sobre el contenido de metales pesados.
Un gerente de una fábrica de juguetes plásticos con sede en Shenzhen, quien se identificó sólo como Jin, dijo saber que algunos fabricantes de juguetes habían establecido un sistema de examen propio, después de que se emitieron las normas sobre el revestimiento de juguetes.
“Llevamos a cabo un control trimestral al azar de los revestimientos”, dijo Jin. “No nos atrevemos a bajar la calidad de las materias primas, porque no podemos correr el riesgo de las consecuencias de los problemas de calidad”.
Una prueba en Perú que es una realidad EN TODAS PARTES
Cuatro carritos pequeños, de vivos colores, guardados en una bolsa transparente, conforman un juguete que no tiene registro sanitario ni otra autorización. Su valor asciende a S/. 8.00 y su nombre está en la lista de juguetes peligrosos elaborada por la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa). A pesar de ello, se venden en mercadillos de la calle San Juan de Dios, en el Cercado de Arequipa. Eso lo probó La República, en un recorrido por los mercadillos de la mencionada vía.
Estos objetos en la lista negra son fabricados con metales pesados. Contienen plomo, mercurio, arsénico, cadmio, etc. Estos elementos por encima de los valores normales provocan una intoxicación crónica, que se manifiesta a largo plazo, explica Gina Fuentes, especialista de la Digesa.
La contaminación por metales pesados en menores de edad es letal. Los primeros estragos son dolores de cabeza, vómitos, entre otros. A futuro afecta al sistema nervioso, disminuye la capacidad intelectual y quienes sufren este tipo de contaminación son propensos al cáncer. No hay tratamiento que ayude a la eliminación de estos elementos.
Atención con la pintura
¿Cómo reconocer el peligro de un juguete? La especialista de la Digesa recomienda verificar el registro sanitario; este código garantiza que el objeto fue revisado por las autoridades de salud y está apto. También el número de registro nacional con el código de JUE, además de los datos de la empresa importadora impresos en una etiqueta autoadhesiva, ubicada en un lugar visible.
Otro dato clave es darse cuenta, sobre todo en juguetes brillantes o de colores encendidos, que éstos no se despinten o descascaren. Son altamente tóxicos cuando al mínimo roce se desprende la pintura. En los confeccionados de madera hay que percatarse si tienen un olor fuerte a pintura. Estos podrían contener, además del arsénico, una sustancia llamada tolueno, disolvente de pintura e igualmente tóxico.
Un muñeco de Toy Story "Buzz LigthtYear", en otro mercadillo de San Juan de Dios, no contaba con registro alguno y tenía un fuerte olor a pintura.
Todos los juguetes, sobre todo los importados, tienen una composición de antimonio, arsénico, plomo, cromo, cadmio y otros como mercurio y selenio. Pero todos tienen la obligación de pasar un control en los que se verifica si el valor excede los parámetros normales.
Los juguetes que ingresan al Perú son sometidos a ensayo toxicológico. Si superan esos parámetros se prohíbe su ingreso al país. En este año se detectó que muchos de los juguetes de madera, sobre todo los rompecabezas, tienen arsénico, además de cromo y bario, estos a la larga pueden generar un cáncer.
Los juguetes brillantes, sobre todo de colores rojo, verde, azul y blanco, tienen plomo en su composición.
¿De dónde vienen los juguetes?
Casi el 10% de los productos para niños vendidos en los mercados chinos contienen exceso de plomo, un metal pesado nocivo, lo que representa una amenaza para su salud.
En 2010 fueron comprados al azar 500 productos para niños en centros comerciales, supermercados y mercados mayoristas de cinco ciudades: Beijing, Shanghai, Guangzhou, Wuhan y Hong Kong. Se descubrió que el 10% no cumplía con la norma nacional de contenido de plomo, y más del 30% contenía cinco otros metales pesados peligrosos.
Las sustancias examinadas (plomo, antimonio, arsénico, cadmio, cromo y mercurio) pueden dañar seriamente el sistema nervioso, y puede ingresar en el organismo a través de la piel o membranas mucosas, alimentos contaminados o al respirar.
El organismo de control de calidad de China realizó exámenes de juguetes al azar en mayo y encontró plomo y cromo. Dos de las 242 muestras no cumplían con los límites nacionales sobre el contenido de metales pesados.
Un gerente de una fábrica de juguetes plásticos con sede en Shenzhen, quien se identificó sólo como Jin, dijo saber que algunos fabricantes de juguetes habían establecido un sistema de examen propio, después de que se emitieron las normas sobre el revestimiento de juguetes.
“Llevamos a cabo un control trimestral al azar de los revestimientos”, dijo Jin. “No nos atrevemos a bajar la calidad de las materias primas, porque no podemos correr el riesgo de las consecuencias de los problemas de calidad”.
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Publicado por: Anunciadora de Sión
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